Maggie Simpson es la hija menor de la familia Simpson. El rol que Maggie desempeña en la serie está muy reducido y puede, o no, concordar con su edad. Como bebé, Maggie se limita a comer, dormir, eructar y succionar su chupete. Su presencia en la familia genera algunos retratos chistosos sobre la pobre organización doméstica en cuánto a evitar riesgos para un bebé que campa a sus anchas por la casa (escaleras y esquinas sin proteger, piezas pequeñas y productos de limpieza a su alcance, enchufes chispeantes sin ocultar o ventiladores a nivel del suelo, entre otros). En cierta manera, el hogar de los Simpson no sugiere que un bebé viva allí, los accesorios propios que debería contener una casa con un bebé aparecen de manera esporádica y como recursos humorísticos. Sólo en algunas ocasiones se deja entrever que sus padres y hermanos la tienen bastante desatendida y le prestan atención sólo como último recurso y de manera temporal. Como marca personal, Maggie succiona ruidosa y repetidamente su chupete con una característica onomatopeya bucal postalveolar y africada. Pero con la evolución de la serie, este ruido se ha tenido que reducir (tanto en apariciones como en volumen) para no eclipsar las conversaciones que mantienen los personajes alrededor de ella. A falta de su chupete, Maggie también succiona otros objetos que le quepan en la boca a su alcance (dedos, narices, loros de juguete o peces), generando el mismo sonido de succión o uno parecido. Sus repetidas caídas y su inagotable resiliencia son otras características de las que hace gala en la serie.
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